Soy un mendigo nacido
de una madre y un padre bendecidos por la mano de Dios,
soy un mendigo feliz
de la infancia que he vivido.
Soy un mendigo audaz
en juventud divertido,
en juventud sigilosa,
de alegría desbordada,
de juventud embriagada.
Soy un mendigo,
poco a poco madurado,
inmensamente enseñado
para ejercer mi profesión
de ella enamorado.
He conocido el dolor,
mil veces escuchado,
de miles de personas
que siempre he adorado,
aunque entre tantas palabras dichas,
algunas son de desdicha,
otras de alegría,
y de vez en cuando
de verdaderas majaderías.
soy médico casi jubilado.
Mil caras he visto,
muchas hora he hablado
sintiéndome ya cansado
de tanto sentimiento
ya en mi desesperado.
Soy un mendigo desolado
por la soledad
que siempre me ha acompañado.
por más que te relaciones,
Por más conversaciones,
esa soledad ha perdurado.
Sin ti, hermano, mi soledad es extrema,
soy un mendigo condenado
a mendigar destinado...
Córdoba, Septiembre 2021.