Dame tan solo un beso,
un besito de amor,
gotita de pasión
pues si son más me quemo;
este amor no es un juego,
es un fuego de dos,
la ceniza que quedó
de aquel amor supremo;
aliento que me llena
del secreto placer,
un fuego que no quema
sino excita la piel
con esa dulce entrega
que nunca olvidaré...