Me ilusioné al empezar a amarte, sin entender por qué al inicio, pero al final comprendí, que tu belleza trasciende lo físico.
Eres perfecta en tu esencia, tu interior me cautiva sin medida, me duele el desprecio que me muestras, pero la ilusión fue culpa mía.
Me duele verte suspirar por alguien más, pero fui yo quien se ilusionó, me duele que no corresponda tu amor, pero aprenderé a seguir adelante.
El amor no es pecado, pero sí lo es ilusionarse con alguien que ya tiene su corazón ocupado.