Salí a volar un día
Junto a los clamores de cuerpos sin vida
Y contemplé mil lunas sobre tu cama
Todas ellas contigo
Fuertes pero distraídas
Ajenas a mi presencia
Concentradas en la copa de vino
Dejé la razón guardada en un vaso
Vertí un poco de agua
Con la esperanza de verla diluida
Pero era espesa, aunque no lo recordara
Esperé demasiado
Pero no pasó nada…
Continué mi vuelo entre las estrellas y las sombras
Descansando sobre monumentos y estatuas
Otros pájaros me acompañaron en el viaje
Les dije que el mío era sin retorno
Aun así me siguieron a un nido en ruinas
En lo alto de un árbol dormido
Cada luna espera su eclipse
Sin importarles que sigo volando
En el cielo que separa la noche del día
El sueño de la vigilia