Hagamos una oración
por aquellos que quedaron,
que muy mal la pasaron
con la peste que pasó;
con honesta devoción
por los que mucho lloraron,
que solitarios lucharon
cuando un pariente murió;
que la divina ternura
los ayude a soportar
la pena que los tortura
entre una fría soledad:
para todos franca ayuda
y mucha felicidad...