Por tus manos fluye la raíz de la tierra, la historia de nuestros antepasados que nos
muestran el testimonio del amor a la vida y el sabor de todas las hierbas.
En ese trabajo duro, pocas veces reconocido, se crea una red donde acciones como:
recoger agua, utilizar la tierra para la ganadería y buscar la comida en los arrecifes
y ríos nos provee de los recursos para la supervivencia.
Luchadoras, en la sombra de los huertos y caseríos, vuestra labor en la conservación
y revalorización de las tradiciones nos devuelven la esperanza perdida y hace visible
los efectos del cambio climático,
Vuestro empeño forma parte de una economía digital y en verde. El mundo necesita
tener en cuenta la relación de la sociedad actual con la naturaleza, hemos de seguir
luchando por la existencia; desarrollando acciones que contribuyan en poner en igualdad
el trabajo de hombres y mujeres como creadores de vida y no generadores de muerte.