He de llegar a tu nido
para dormirme una noche
descansar mi pecho en el tuyo
recrear mis ojos en tu mirada
que no se, mejor descanso.
Para soñarme tu vida
con esa piel de seda,
donde descansar mi calor
que ya me tiene agotado
y me des tus alegría
entre gemidos y cantos.
Traernos las madrugadas
a como sea tu gusto
sin tropiezos de hacerlo
hasta agotar tus suspiros,
en una danza de amores,
en baile de movimientos
con una suavidad de nácar
en unión de ambos cuerpos.