José Luis Galarza

Fecundos antojos infantiles

Hay un tajo en el rostro de la niñez preñada,
en las tiernas palabras deshechas del insulto.
¿Por qué el juego interrumpe la crueldad malhadada 
convirtiendo los parques en un pequeño bulto?

La minúscula hormiga con lupa señalada.
La caricia temprana junto al dolor oculto.
¿Dónde queda la seda de sueño elaborada?
¿Dónde los caramelos el secreto que ausculto?

Borrada la sonrisa que entrega la niñez
con ese brillo opaco desvelando sus ojos 
interroga miserias la incipiente preñez.

Pujan de igual manera los fecundos antojos.
Los fondos musicales, el sol y la embriaguez,
clavicordios del juego no entienden de cerrojos.