Llegan desde lo alto, desde allá lejos llegan
y caen las hojas del álamo carolino, el viento del sur
en remolinos las trae en este otoño de nubes.
Las junta el aire con las de este otro, retoño de aquél,
y atrapan mis ojos, encandilados de gris.
Con sus vuelos ambarinos van dibujando recuerdos
que cayendo dejan lo extenso alfombrado en ocre,
hasta donde puedo alcanzar a ver.
Me animo a caminar sobre las hojas, en suaves pisadas
y mis pies se hunden en el mullido manto
mientras vuela mi mente a esos recuerdos palpables.
Son años entrelazados en estos ciclos perennes
de iguales coloridos y remembranzas cambiantes
pues de un álamo al otro han transcurrido los años.
Y les cuento de este otoño y del color de sus hojas,
pues desnudo sentimientos y los expongo así al viento
para abrazarlos a todos, en el mismo instante
en que las miro caer.
De mi libro “De esas letras pendientes”. 2018 ISBN 978-987-763-836-3