Entre el tiempo y el espacio
Imprimir estas letras hacen tierno el momento,
recordar que le escribo bajo el tono del viento
pues, a aquella que siempre me haya visto crecer.
Hoy por hoy, yo le escribo por su afecto y cariño,
porque sé que recuerda mi inocencia de niño
cuando apenas lloraba por disgusto y placer.
Por gozar de esta vida donde sigo mi sueño,
hoy escribo estos versos con amor y empeño
como prueba que añoro su virtud de mujer.
Aunque sé que me encuentro, pues de todo muy lejos,
voy siguiendo el camino de sus nobles consejos,
que florecen a diario como esencia en mi ser.
Al pasar de los días y también de los años
llevo en mente a mi madre superando peldaños;
los ensueños constantes de un hogar soñador.
Pues, su meta conmigo tiene origen muy regio
y su lucha loable la convierte en egregio;
la mujer partisana, plena en gozo y amor.
Así, constantemente sus manos laboriosas
acarician las mías. ¡Cuán tiernas y cuán hermosas!
Haciendo que mi pecho palpite de emoción.
Pues, verle muy alegre contempla mi memoria
y yo como respuesta de lucha y de victoria,
mis logros le dedico porque ella es mi razón.
Samuel Dixon