Elizabeth Maldonado Manzanero

Prolongada ausencia

Tus silencios me tienen en pausa

suspendida como celeste entre sus mantos negros

petrificada ante la imprudencia latente de un beso,

¡Mírame, amor! yo soy tu luna que afanosa busca

retornar tu luz, ante mis sombras,

 ¡Tócame! necesito no ahogarme en este sigilo

no me mudo, estoy a tu lado colándome en tus respiros,

quiero adentrarme tan dentro, de tu propia cavidad ósea,

como la levadura y la harina, crear la existencia del alimento.

Busco el momento, donde el remiendo de mis deseos

llame a saciarse entre mis salitres a tus marítimas costas.

¡Ven!, que aquí, tan sola entiendo y busco deshacerme

de la furia y andar la cercanía del suicidio, tejiendo

entre silencios tus palabras y con las sábanas recordar

en el lienzo de la piel descolorida el pincel de tus caricias.

¡Ven!, que necesito de jilgueros y de grillos que danzan

el estrepitar del que colmabas mis sentidos.