Versos de plata
que llegan de la luna
con unas nanas.
Buscan a niños
que miran las estrellas
en cada noche.
Vienen con cuentos,
palabras encantadas,
llenas de magia.
Versos dorados,
que nacen en otoño
y en los jardines.
También en bosques
que cubren con alfombras
multicolores.
Son los recuerdos
robados al verano
por los mayores.
Versos con alma,
que gritan y que lloran
letra tras letra.
Son de poetas
que están enamorados
de una utopía.
De esta manera
los versos van naciendo
y cobran vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/23