CAER EN LA DESESPERANZA.
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No caigas, amor, en la desesperanza.
Descansa, duerme, vigila tu estado....
Cuida tu mente, tu cuerpo
y tu alma.
No agotes tu cerebro con negativas y pesadas cargas.
Recuerda el positivo, la verdad, la luz de la esperanza.
La ilusión de vivir. Busca la paz del mundo.
Busca la sonrisa, la palabra, el abrazo.
El saludo.
Busca la concordia.
Respira hondo y calla.
Y coge la mano del amigo, no esperes a mañana.
Respeta al otro sexo con cariño de hermano.
El racismo, la xenofobia, la envidia, el machismo,
el hembrismo, la rabia, los celos, el odio, el egoísmo
y el ansia de dinero, corrompen las fibras
de lo humano y sencillo.
No te acuestes sin hacer algo bueno.
El trabajo es trabajo pero no agotamiento.
Si llenas tu mente de futuro y pasado,
puede que se canse deprimida
y llore desesperadamente.
Ayuda al pobre, a vencer su fracaso y su penuria.
El amor es la otra medicina
que salva y restablece los pilares del alma.
Date un respiro a ti misma o a ti mismo.
Enamórate del mundo, y recuerda que eres un puntito
tan solo en la inmensa mole universal de los espacios.
Pregunta a los mendigos qué soledad les roba la alegría.
Siempre hay un pasado...
La música, el poema y la voz del amigo
desecharán la sombra de la pena.
El amor ha de salvarnos, me repito, pero no hay otra forma de concordia que pueda salvarnos del abismo
al que poco apoco, el ser humano camina sin remedio.
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31 de mayo de 2023.
Eladio Sanjuán.