Dichosos
los labios, que puedan esculpir tu anatomía
y disfruten tu cuerpo, de noche y de día.
Dichoso,
quien te haga delirar con sus caricias,
y la boca, que se sacie de tus delicias.
Dichoso,
el que te haga arder
en placer,
y saboreé la miel,
que destila tu piel.
Dichoso,
El que te provoque placenteros gemidos,
Y hasta el cielo, te lleve, en profundos suspiros.
Dichoso,
quien tu amor gane,
quién de tu cuerpo, se sacie.
Sí ya existe,
que te encuentre.
Sí ya vive,
que a tu vida llegue.
Sí lo conoces,
no lo pierdas de vista.
Sí te conoce,
entrégale tu vida.
Sí te ama,
no le niegues tu amor.
Sí te ama,
confíale tu corazón.