¿Guarda para mí la poesía otro gusto
que el salitre de las lágrimas
propias y ajenas
de escribientes penumbrosos?
Quiza un día, una noche o probablemente una mañana,
Sí, será una mañana,
con ese sol que da razones para vivir ,
aun cuando uno desconoce de dónde proviene,
ese día me sentaré en mi silla,
miraré el rocío,
y escribiré sobre cómo las mariposas alzan su tecknicolor vuelo,
los cardos florecen, o las luciérnagas se van a dormir.
Alguna mañana será,
pero hoy
ya es de noche
y viene a acariciarme
el ala rota de mi angel
que está cansado de verme rasguñar los días,
sin aún leer un poema feliz, firmado por mi.