(En homenaje a los caídos el 30 de Septiembre del 2.010 en Ecuador)
En una maraña absurda
la sin razón inaudita,
se ensañó como una turba
con una estela maldita.
La parca irrumpió sin freno
con su fatal proporción,
de aniquilar la razón
y arrasar todo lo bueno.
La sangre en coro perdido
vino a teñir con dolor,
y a estrangular con pavor
al buen juicio y al sentido.
No bastaron las razones
se las sepultó en su entrada,
como artera puñalada
sin mediar explicaciones.
Con argumentos gastados
la tozudez hizo gala,
de organizar un tinglado
por la buena o por la mala.
La muerte apartó las luces
en su baile deleznable,
llegó repartiendo cruces
con su accionar miserable.
Las calles abandonadas
con su niebla de misterio,
trocaron en cementerio
en la postrer retirada.
La Patria asume dolores
por todo lo acontecido,
ya no existen vencedores
¡todo el país ha perdido!.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
04-10-2010