En el dinero hay soledad;
es de las palabras el silencio
que enmudece a cada necio
en los albores de libertad.
Es como un perdido remanso
el loco corre en descanso
cual sueño en el desierto
con ataduras y despierto;
En el diamante hay melancolía,
como fábrica sin expertos
que fabrican tristes letanías
y lloran los que un día rieron
rodeados de nubes y estrellas
chorros abundantes de nada valieron
en cada luna una querella.