El comienzo fue una idea de miradas perplejas.
Aquella carnicería de manos alzadas,
Cuerpos magullados. ¡Pueblo de victoria!
Tu carro se acelera y los globos se elevan cuando abro los ojos.
No importan las puertas ni ventanas.
Flota mi conciencia sobre mares de sangre y míseras vidas en silencio
¡Mágicos resultan tus pies sobre ella!