(Mi gran paréntesis) lo siento...
El día que me despida de tí...
Estará teñido con amplia gama de grises, un manto de nubes no dejará entrever ni un poquito del azul de nuestras risas, porque ese día habrán dejado de sonar entre las brisas del norte el eco de las sonrisas que las mantenía vivas en el recuerdo. El sol se esconderá y no habrá luz que caliente el sentimiento que empezó a arder hace tiempo, y que se enfría a cada minuto en este momento, llega el final y no es de cuento cuando la realidad supera la ficción y tienes que quitarte de esa adición que te hace volar pero te destruye por dentro, entonces entiendes que es no poder alcanzar algo porque... va a doler, porque ya duele...
Y nos duele tanto que por eso todavía no ha llegado el día que me despida de tí...
Pero ese día sonará una melodía triste en mi cabeza... habré dejado de escuchar tu voz y de sentir como me endereza...
miraré a mi alrededor sabiendo que esa era la única certeza. Me encontraré sola, tus brazos que me arropaban ya no me arropan, no por falta de ganas si no por nuestro sino que era destino, qué injusto es el camino...
y qué egoísta soy yo...
Empezará a llover, tornaré los ojos y la lluvia esconderá sutilmente las lágrimas de la tristeza de mi alma, serán tus últimas Caricias recorriendo mi piel, recordando quizá aquella noche en calma que pudimos ser...
Y ese momento... es ese... ese en el que para el tiempo y pasa a formar parte de la eternidad, donde nadie podrá acceder nunca a él, lo recordarás en días bajos, la magia perdurará porque quien la conoce la sabe bien guardar... era necesario para dejarnos ir en paz, los dos, a la par, cabeza alta y sin mirar atrás...
Todo grabado a fuego, en el alma y en el cuerpo, dos extraños experimentando algo nuevo, saliendo dañados porque soy la antagonista del cuento...
El día que me despida de tí se apagará una parte de mi como la luna cuando la tierra se interpone entre ella y el sol, tan cercanos y distantes, tan diferentes y necesarios para completar el día y la noche... tus días, mis noches... que quedan en el limbo sin reproches...
Ese día cuando oscurezca y mis dedos ya no toquen las teclas, dormiré pensando en todo lo que te echaré de menos, un escalón más para llegar al cielo, me acurrucaré sintiendo el frío de las sábanas en mi piel, tendré tristes y... al despertar no escuchar aunque sea a kilómetros tu voz... desfalleceré, pero cada instante empleado contigo y todo lo que pude aprender, me alentará a volver a estar y ser, porque esto pasa una vez en la vida, que pena que algo tan bonito deje esta herida, es como querer una flor del jardín, siempre se hace daño a la más bonita, es sin querer, pero cruel...
No ha llegado el día que me despida de tí, si escribí esto es porque... hoy he sentido como en cierta manera lo hacías tú de mí...
Se derrumbó un pedacito de mi mundo que era sólo mío, con dedicatoria y firmado solamente para mí...
Te mereces ser feliz.