He guardado en el bolsillo
los senderos del trayecto,
cicatriz de lo sencillo,
del éxtasis el efecto.
Cabe en un lunar el cielo
la magia, el ritmo que acato
y de la ocasión rescato
las semillas de pasión.
El terreno reverdece
eso que nunca fenece
el fulgor de la ocasión.
La furtiva imagen trillo
del patio y la ensoñación,
tarareo una canción,
recuerdos que no mancillo.
Que los versos no maquillo
y refresco lo que pasa
con la intensidad que arrasa
nuestros cuerpos y la vida
sobre la brasa encendida
en los caminos a casa.
Poesía selecta
-- de Antonio Machado --
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.