La foca en el mar veía,
a un tiburón que pasaba;
la foca, alegre miraba,
que el tiburón sonreía.
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
El tiburón muy hambriento
le empezó a contar un cuento
porque estaba muy atento
viendo que ella le creía.
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Comenzó la lisonjera
con la foca en primavera
y todo cuanto a él lo viera
sabiendo lo que quería.
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Le ofreció un hermoso viaje,
le pintó lindo el paisaje
y una vida sin ultraje…
¡Cosas buenas le ofrecía!
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Continuó una larga charla
su objetivo era atraparla
no sin antes engañarla,
ofreciendo fantasía.
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Y logró el gran objetivo
el engaño fue masivo
que te deja pensativo:
¿Cómo es que ella le creía?
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Hoy son varios tiburones
con mentiras y traiciones
convertidos en ladrones
y la foca… ¡No sabía!
¡Y si el tiburón salía,
muy contenta ella aplaudía!
Saque usted la moraleja
que la fábula le deja
si la foca fue...
¡No sé quién completaría!
¡Cuando el tiburón salía,
el cerebro le comía!