Izandro

Hablando en Silencio

La soledad insana me abraza como cada noche,
Respirando lentamente con cada minuto de luna amanecida,
Me postro entonces ante el silencio cómplice del Amor mustio,
Y revuelvo en medio de mis entrañas,
Esa imagen tuya que una noche me ofreciste. 
Imagino que estás conmigo, a pesar, 
De no haberme acompañado nunca,
Y sonrío con los ojos cerrados,
Al imaginar tu voz, y cada una de tus sonrisas.
Siento que soy un cuerdo, entre los hilos de la  locura,
Porque tejo cada noche, contigo, una historia diferente,
Y pienso en ese silencio de cada noche cuando tú duermes,
Los pájaros ya no trinan, la  lluvia se ha calmado,
Y el viento ya no susurra con su aliento, tu Amor y tu despedida,
Y es entonces cuando te miro, y me enamoro de tu faz dormida.
Quisiera que fueras tú, la madre de cada uno de mis sueños,
Y la hija de cada gota de rocío  por las mañanas,
Quisiera que fuera tú, la risa que rompe este silencio casi perpetuo,
Y que fueras también la luz, que desnuda la oscuridad aquí yacida,
En mis noches solitarias,
Quisiera…tan sólo quisiera, que fueras el abrazo tierno y el beso en mi mejilla,
Y quizás un “te quiero” como vuelo de gorrión por la colina,
Porque tan solo soy… un simple mortal enamorado,
Enamorado de ti… en silencio… cada vez que tú me miras.