Y en ausencia y con suspiros, inquietos,
la impaciencia prospera hoy agradable
por esa niña cada vez más responsable;
las tres o cuatro de la tarde, ¡atentos!
Linda niña, vida a raudales tiene,
cruza el patio del colegio, ¡te esperan!,
y ella ¡que lo sabe!, ve que la aguardan,
corre a abrazarnos; ¡Atentos ya viene!
Así de ensimismados tiene a padres
también de asombrados a sus abuelos
que esperan les cuente sus avatares
Hay, ¡lo preciosa que es la niña Lola!
tan despierta, graciosa de emociones,
discierne y entiende, ¡que no está sola!