Hay amigos que vierten su fragancia
como el rocío fresco de la mañana,
con su presencia sutil…
¡Serenan las perpetúas sombras!
¡Como escudos de oro!
***
Son ángeles estrellas del cielo
iluminan con sus alas de luz,
amparan en el grito terrenal
dejando música de Orfeo,
¡Con su voz celestial!
***
¡Oh pléyades, fuente de vida!
¡Son agua nueva!
¡Son hierba fresca!
abrazan la luz del alma
¡Como la suave brisa del viento!
***
¡En estaciones oscuras y sin sol!
cuando la yerba trémula,
deja de brillar…
con su rostro de fulgor memorable,
¡Devuelve los secretos del mar!