Si las palabras no vienen a mi
yo iré a buscarlas,
me internaré por los caminos imposibles,
por los senderos impensados...
Las buscaré en los montes,
en los cerros,
en los mares,
en los océanos...
Me subiré a los cometas,
visitaré mil planetas,
hasta el más lejano
y escondido.
Hasta el más pequeño,
como el del Principito...
Y seguiré buscando...
Porque a veces las palabras huyen,
se tornan caprichosas,
se hacen esquivas,
se nos burlan.
Se van en busca de aventuras...
Las palabras están vivas
y son como criaturas
queriendo jugar y divertirse.
Queriendo siempre irse
a descubrir nuevas realidades...
Las palabras no huyen por cobardes,
sino por aburridas,
cuando el poeta se pierde
entre diatribas
quejándose de todo,
mostrando el lado oscuro
de la vida.
Sembrando la tristeza...
Entonces se dispersan,
se van hacia otros mundos
buscando fantasias,
que inspiren nuevamente
la bella poesía...
Si las palabras me olvidan
yo misma iré a buscarlas...
Hoy mismo
emprenderé el camino...
Tal vez no fueron lejos...
Tal vez aún están adentro mío...