Romper la coraza y todo es
lo sucio vasto,
el conjunto aplastante
de las horas ya pasadas
entretanto,
más de lo que está
por verse pronto
reflejado en el cristal
absurdo intacto
de un día al claro
imantándome detrás
del rastro en que me evado
simultáneo a las palabras
que deforman mis renglones.
Entre asombro lo que soy
hoy no, tampoco, se desmorona,
y me ves en ello como un sol insomne
que trepa aún la loma
por supuesto en mi desorden puesto el foco
sin la duda ya a traición,
invicta incógnita sin tinta yo quién soy,
cuando se cruzan los caminos
hacia más allá del monte
que habita en mi interior
inerte tú suponte
mientras dure el testimonio
de este frasco haber probado
hasta el colapso de mis neuronas.
A la espuma me reduzco
ya según me empuje el día
contra algunas calles grises
en verdad que a mí se arrimen
entre cálices de angustia
enterrados en basura
y es un desarme el que me aburra
incompleto sin tu ayuda