Yo me inspiro todos los días.
Pienso que me traes flores.
Que todas las rosas son mías
y también, lo son, tus amores.
*-*
Si en tu alma hay un canto,
Por favor, déjalo salir vida mía.
Que si tú me quieres tanto,
es premio que Dios me envía.
*-*
Ya no pienses en la ausencia.
Imagina que no hay distancia,
que es asunto de conciencia.
Ya que el amor es constancia.
*-*
Si ser tu amiga me da felicidad,
pondré en tu amistad, mi cariño.
Pero, así también, mi bondad
para amarte como a un niño.
*-*
Mi amistad la tienes de lleno.
Nunca dudes que es promesa.
Mi corazón te entregué pleno
y lo hago con toda mi nobleza.
*-*
Este pacto que hago contigo,
no te obliga ni me obliga.
Con mi alma te hice mi amigo
y, para todos, soy tu amiga.
*-*
¡Esta amistad es cosa sagrada
y nunca debe ser abandonada!
*-*
Nota:
“Si son mis ojos de miel
los que te erizan la piel,
ven a mirarlos de cerquita
y me traes otra coplita”.