Como una paloma se acerca a tu ventana,
a comer cada mañana las miguitas que le das;
así algunas personas muestran una sonrisa
mientras haces lo que quieren;
pero si ves que tu mocheta ya está muy cagada
y te atreves a decir “no” como respuesta,
entonces salen volando a buscar otro bueno
o ingenuo que les otorgue lo que piden.
Algunos sólo piensan en si mismos
y tu eres alguien más para alimentar su ego,
y si no lo haces te consideran su enemigo.
No desperdicies energías en contestarles
y ten presente que quizá mañana, ya cansados,
se aparezcan de nuevo, perfil bajo,
porque ya todos les cerraron las ventanas.
Entonces si decides darles otra oportunidad,
para ganarte el cielo o simplemente
porque te gustan las palomas,
recuérdales que siempre serás tú
quien decida si quiere abrirles la ventana.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay