Dormir luego de tus saludos
Y sueñar con vos
Diespertar sin que ellos se asomasen
Y seguir anhelándote
Escuchar la vejez tocándome la puerta
No, no sos vos
Hacerme el sordo no impide que ella pase
Mi soledad la deja entrar
Nada más puedo hacer que invitarla a un café
Y seguir sueñando con vos