¿En qué Pensás,
Incesante y Roto Espejo?...
¿En el Hombre
que Vuela su Sueño
en la más Remota Encrucijada?...
¿En qué Pensás,
Misterioso Hermano?...
¿En la Fábula, en el Cuento,
en el Verso
que se Nutre
en la Esquina Fangosa
de una Palabra?...
¿En qué Pensás?...
¿En el Otro Yo
que Mezquino,
Urde tus Cristales-Fuego
Y Se Desmaya en el Horror
y el Acecho,
que Mutilan las Cifras
de las Cosas?...
Me Buscás Intolerante,
Muerto en tus Vidriosa
Mirada
que Sabe que Ya está Ciego...
Copiarás cuando Ya Decline
el Alba Ceniza...
Cuando el Ocaso Muera...
Cuando tus Heridas Sanen...
Cuando tu Lerdo Lenguaje
Se vuelva Sombra...
Cuando la Blanca Paloma,
Marchite tus Oídos
Tan Sordos e Inciertos...
Las Grietas Sangrantes
que Emulan tu Ser Tedioso
y Esquivo,
En un Lento Mármol
que Yacerá en el Olvido,
en la Vida,
en la Muerte,
y en tu Irreverente Historia...
(Patricia)