MISIVA A MI AMADA SOMBRÍA
Hoy, amada mía, cuando el candil en la alborada expiró,
cuando el dolor mostró su daga más fría,
su vieja arruga el otoño sombrío;
su pesar oculto, la nostalgia y el tiempo..
Hoy, el entreceja mostró su pena indolente
en la estriada mueca, del hombre
que dejó de ser niño...
Hoy mis pasos fundieronse con la tierra,
¡justo, en la puerta de la esperanza!
Hoy he sentido miedo, amada mía, que me roben lo querido, lo eterno mío...
Ayer cultivé y coseché de mi huerto
un poco de sabiduría
Era un gran libro abierto, muy pulcro,
¡la naturaleza en mi ruda diestra!
Endulzé, con miel de un beso,
la copa amarga de mi amada muy triste.
Aunque ya era muy tarde
no dejé de regar su tronco escarado
(el de mi amada)
y sus raíces, casi estériles por la angustia y la duda,
creyeronse estar vivas.
Y, mi amada, sonrióme sonrojada,
convencida de estar remozada y viva...
Yo le describí con mi sonrisa inquieta un
\"te amo\"
Y de la mano le tomé presuroso
e intentamos clausurar al tiempo
-justo en el instante en que rocé
su frágil cuello, con mis labios temblorosos-
Y la sentí:
¡Tan remozada!
¡Tan viva!
¡Tan emocionada!
Hicimos el amor ¡justo en la puerta de la esperanza!
y una lágrima de amor brotó
por sus ajados sentimientos...
Enjugué su faz tiernamente, y sin querer presentí
el ruego tardío nuestro
¡de retroceder el tiempo y olvidar
las sombras y las tormentas!
pero, el tiempo
¡implacable monstruo!,
devoró nuestra esperanza.
Y nos sumimos en la oscuridad, de nuevo,
justo en la puerta de la esperanza...
Santos Castro Checa
#AhmedKrentel j