No me crees, no me creerás
que por la suerte de las cosas
ví en los jardines solitarios
un ángel con alas de mariposa.
Me hallaba aún en el sueño
cuando el sol despuntó
en la temprana hora,
salió el rubio angelito
y lo ví nacer de una rosa.
Los nudos del viento
se sueltan cuando se ríe.
Salió de la rosa materna
moviendo sus alas lepidópteras
a buscar diamantes y rubíes.
No me crees, no me creerás
que por la suerte de las cosas
ví en la primavera de oro
un ángel con alas de mariposa.
Sus alas finas y coloreadas
juguetean en el viento,
no son las típicas alas
angélicas de paloma,
¡Son alas de mariposa!
Es juguetón y risueño el chiquillo,
enamoradizo y travieso,
un ángel pequeño y bello,
que luce alas de mariposa.
No me crees, no me creerás,
que por la suerte de las cosas
de mañana,en el jardín
del pecho de una rosa
nació un niño rubio, angelito
con alas de mariposa.