Lástima mi muy querido lector
que sus finos labios no hallan rozado
los versos que publiqué en el pasado
y menos entender mi vil folclor.
*
No me acostumbro a usar el tenedor,
uso mi alma para asir lo rezado
y mis pies para acercarme al pecado
mientras uso la fe de vestidor.
*
Tú, acostumbrad@ allá en tu vigilia
lees sin entender qué no, o sí tengo
sin conocer de mí o de mi familia.
*
Un grito casi ahogado sostengo
para huir de mí o de la selenofilia
pues no sé entender si voy... o si vengo.
Se ha vuelto la luna una apuñalada
parásito que brilla cada mes
que incuba en tanto fatiga y estrés
y me recuerda mi vida atorada.
*
Mi corta historia suave y rezagada
con callos de algodones en los pies
van maldiciendo el cómo y los porqués
en mi dramatización desvariada
*
Una psique dispuso que creía
y lanza el aprecio o el desapego
para golpear lo que es o sería
*
y me cuestiono en duda, estando ciego
como búho en tonta dicotomía
y si de verás voy... ¿a dónde llego?