Ore

La perfecta inmovilidad

 

Sólo se oye la naturaleza

Expresan soledad la masa de retamas.

En la barranca, peñascos, un contorno 

 de piedras, 

el sol de las cinco, la perfecta inmovilidad,

el encinar

en la línea comba de los últimas riberas.

 Los ojos naranja del

búho real,

en sus ojos sestea el sol.

 La masa de la jara, el agua estancada,

 ramas secas, el laberinto de piedras, 

cohesos amarillos enhiestos por la calina, 

 arbustos faltos de interés,

obedientes milanos errantes,

 los tordos negros.

En el tronco henchido de una encina, 

eco en concierto de un zumbido

de abejorros inquietos 

 En mis sentidos , percibo

el aroma del cantueso entre las

ribas, 

 El sol en una roca, la roca soleada,

 la dulce brisa, las piedras sombreadas.

Desde un altozano, todo respira y

se responde, el vuelo de las golondrinas 

en ángulos circulares,

la urraca ruidosa, 

 el junco erecto, la sombra fugitiva de una perdiz, 

el arco de la pata del zorro en la roca soleada, 

el salto ronco en la pendiente

del agua, el ramaje seco, el murmullo cada vez más quedo,

 las cosas que acallan al sol ardiente, 

el agobio de la furtiva sombra

de las cinco al fondo del barranco,

Donde se concentra la belleza que detallo

Ore

 

Paisaje. Acuarela Autor Ore