ha dividido mi destino en dos:
UNO, el pasado que en hojas resecas
el viento arrastra moribundo;
pensar en el ayer, en lo acontecido,
orada el silencio y el crepúsculo,
recordar para mí NO ES VIVIR, es MORIR.
Mueres conmigo cuando todas las noches
llegas taciturna y desnuda,
cual primavera incendiada oscura y tenue.
DOS: el presente que en ráfagas crueles
el tiempo abriga lo caduco,
condiciona y enaltece.
Amar en el hoy, en lo vivido
socava las pasiones y las ansias...
Presenciar para mí...NO ES MORIR, es VIVIR.
Vives conmigo cuando todos los días
apareces lánguida y mohína,
cual invierno triste, verdoso y ligero...
Vives y mueres en el presente y en el pasado,
presente y pasado salaz, engañoso...
De a peso.