Ayer casta, vid, yerba y trigo
Hoy, una rosa esbelta y empoderada
Aunque sigues llevando contigo
La risa latente y de niña la mirada.
Ayer jugabas con muñecas en voz de lira
Veias el milagro, no sabias de razones
Hoy tu mirada, una cancion inspira
Y por tu piel languidecen corazones.
Ayer en tu pupila, una lluvia serena
Pequeños brazos de estrechez abierta
Hoy eres mujer, que ha roto su cadena
Aunque a veces la ruta sea incierta.
Ayer eras angel -de tu padre la luz-
Eras el tesoro de cofre y de regazo
Hoy mujer fuerte, compartes su cruz
Aliviando su dolor en un simple abrazo.