Ben-.

La cáscara vacía-.

La cáscara vacía

el recipiente eterno

o la ambrosía de un mundo novedoso;

en las periferias de cualquier lugar,

existe

aquella vieja taxidermia que pronostica

ambiguos mensajes sin pertenencia hostil:

en lejanas circunferencias, con apoyo del duro

hostigamiento, en esas lagunas o charcas;

cuando el sol se ha desvanecido y promueve

su fronda de ecuánimes sátiros.

Quién o quiénes, golpean el himen roto,

como himen roto, como lienzo destruido

embalsamado en polvo, cuando los dientes,

sí, los dientes, han roto a llorar

dentro de las oscuras encías bucaneras?

La cáscara vacía del tiempo

con su luna inquebrantable, con su cuerpo

extenso de bahía impenetrable, de cosa amable,

de cosa insobornable; allá donde el lenguaje

no llega, ni alcanza la rosa estupefacta

de los últimos ciempiés, de las ínfimas luciérnagas.

Las arterias dilatadas de los envases públicos,

con su tóxico y sus lágrimas prostituidas.

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