Hebras de sol y plata atraviesan
las ramas de encinas
Con sus dones mágicos
cual Rey Midas
lo llena de tonalidades
verdes dorados, azules y violetas.
Por el retorcido camino regresa
un rebaño de ovejas
dejando tras de sí
una nube de polvo amarilla.
Declina la tarde entre el silencio del campo.
Retorno mis pasos por un atajo.
Me hago cargo del sol a mis espaldas
Acompaño mi sombra,
de vuelta a casa...
con la magia en las pupilas.
Ore
Acuarela y pastel. Autor Ore