Sierdi

IN FRAGANTI

 

Tras deslizar mis dedos por tus fronteras,

Mansamente, sin pausa, sin tregua.

No hubo demora en reaccionar tus defensas.

Llameantes labios, mandaron su respuesta.

Llevando mis dedos cautivos a tu húmeda prisión.

Por intachable conducta, en cuestión de minutos,

Me fue posible, enseñarte a volar.