Ayer contemplando ese cielo azul, yo lloraba.
No era sólo por la tristeza, era que recordaba,
aquellos hermosos instantes en que, mi boca,
cuando besaba la tuya, se sentía como loca.
*-*
Ya no queda nada de aquellas sentidas noches.
Solamente, permanecen vivos, tus reproches.
Y del amor que juraste, casi no recuerdo nada.
Ha de ser que el Cristo amado, de mí se apiada.
*-*
Dueña de ti me sentía, en aquellos momentos.
Y tú conmigo reías y hoy, solo tengo tormentos.
Pero he de verte un día cuando todo haya pasado.
Sé que pedirás perdón, por todo lo que he llorado.
*-*
De ti nada bonito quedó, por ello, yo nada pierdo.
Y, por más que busco tus miradas, no las recuerdo.
A veces canto, para olvidar lo que me atormenta.
Pero el olvido es sabio y no admite que yo mienta.
*-*
Al mirar hacia el futuro, las vías se me extienden,
busco elevar las alas y unos por eso se sorprenden.
Sé que todo pasa, que he de encontrar mis caminos.
Debo alejarme de malas pasiones o amores dañinos.
*-*
¡Si el amor pasa por tu lado, no te afanes en retenerlo,
tanto el amor como el vivir, son sólo para aprenderlo!