Las noches sin ti,
dueña de este sentimiento,
mientras escribo sobre el cimiento
de un laberinto viejo y gris.
Jacintos pálidos invadieron
ese tiempo persistente,
adornando el firmamento
con su fragancia ausente.
En el espacio oscuro,
donde el mundo gira sin notar,
tu ausencia se diluye,
borrando rastros de lágrimas.
Blanca flor marchita,
¿qué le arrebató el color
a tus ojos que ya no iluminan
este cielo sin tu esplendor?
¿Qué será de esta noche
sin tu presencia amada?
El trono embellecido,
sin tu marco en la ventana.
¿Quién inspirará mis versos
si no te encuentro en esta tierra?
¿Qué seré yo sin mi luna,
sin esa luz que me encierra?