Lucy Quaglia

Oscuro

La gente se fue a la casa,
todo está oscuro, sin vida,
solo esqueletos de hierro,
de aluminio, de metales
y de cristales exactos
para que produzcan rayos
que si los mirás no matan
mas te pueden dejar ciega.
Llena de computadoras locas
que trabajan día y noche
con programas revirados
que no se entienden por nada
pero que mueven lor brazos
de robotes misteriosos. 
La planta está sola,
vacía, sin gente,
la gente se ha ido
a las 5 y media
y van a volver
el lunes temprano
a llenar de nuevo,
cada uno quieto,
su lugar perdido
entre tanta gente
que son ingenieros
pensando aliviar
problemas ajenos.
Te miro con ganas
de comerte todo,
en cada pedazo
de tu cuerpo rudo,
fuerte e indolente
que me ayuda mucho
siguiendo adelante
sin prisa ni apuro.
Días que me paso
yendo a mi trabajo
contando las horas
con lo que yo hago
mientras cuento siempre
lo que hacen los otros
así les pagamos.