Te busco en la penumbra de cada anochecer,
te extraño cuando el día se ve languidecer.
Si pienso en algo feliz te veo a ti sonriendo
un suspiro de aire fresco es algo que estoy sintiendo.
No creo que estemos lejos, si vemos la misma luna
en su reflejo apareces tan bella como ninguna,
en ese onírico estado, me encierro en esa ilusión
quisiera seguir sintiendo que está viva esa emoción.
Yo podría enamorarte, con ese romanticismo
aquel del que se hace gala, que es la esencia de uno mismo.
Dirijo mi poesía hacia un patron definido
para así llegar con ella a ese lugar preferido.
Fue cosa del destino quien quiso que así fuera
y ya serán tres años tras esta Primavera,
un camino difícil el que hemos elegido
amarse en la distancia cual un amor prohibido.
Pregúntale a la luna, si me ha visto llorando,
sabrá que muchas noches te sueño levitando,
ella es de los poetas, una fiel confidente
fascina con su brillo de luz resplandeciente.
Classman