No me temblará la mano
para arrancar las caretas
de jueces y magistrados
que son la voz de su amo,
polichinelas sangrientos
de los que mueven los hilos;
banqueros, politicastros
narcos, mafiosos, esbirros
que especulan con la sangre,
con la guerra y con la muerte,
explotan la madre tierra
y venden nuestros derechos,
nuestro pan y nuestros hijos
a quien mejor se los pague.
Políticos corrompidos,
fascistas y neonazis,
ratas de sangre azulada
que medran en los palacios,
periodistas carroñeros
que miran hacia otra parte
cuando lo ordena “el padrino”
aquel que parte y reparte,
el que nos deja las migas
y hemos de reverenciarle,
sa cerdotes violadores,
curatos infanticidas,
pedófilos con sotana
que hablan de Dios y bondad
pero que venden sus almas
al mismísimo Satán.
La pluma ha sido mi espada,
el teclado mi fusil
Y seguiré disparando
mientras me quede un resuello
porque aún creo en la justicia
en el amor y en los sueños,
porque sé que aún es posible
limpiar de ratas el barco
y navegar todos juntos
a fundar un nuevo mundo
donde amor, paz y justicia
sean el alfa y omega
donde los sueños se cumplan
y la verdad prevalezca.