¿Qué más puedo pedir?
¿De qué me puedo quejar?
Solo gracias decir,
a Dios, adorar.
Porque descubrí en ti,
el tesoro más valioso.
Ni diamantes, ni rubí,
solo un corazón hermoso.
Porque trajiste a mí,
a mi vida entera,
lo que nunca merecí;
lo que para mí no era.
¿Qué más puedo esperar?
¿Qué puedo decir?
Solo agradecido estar,
a Dios, bendecir.