Los rostros se escondieron
los diálogos fueron escritos
y las miradas fracturadas
por un muro erigido en la confianza.
Muro portátil llevado como crucifijo,
como ajo, como cuchillo de plata,
contra el peligro de mirar…
©JLGalarza
Poema selecto
de Juan Ramón Jiménez
¡Ojos que quieren
mirar alegres
y miran tristes!
¡ay, no es posible
que un muro viejo
dé brillos nuevos;
que un seco tronco
(abra otras hojas)
abra otros ojos
que estos, que quieren
mirar alegres
y miran tristes!
¡ay, no es posible!