Freddy Kalvo

¡Nunca me supiste amar!

 

Hoy estuve entristecido

sentado y mirando el mar

preguntando: ¿Qué habrá sido,

de quien nunca pudo amar?

 

Y mirando aquellas olas

comencé pronto a llorar

diciéndome siempre a solas...

¡Cuánto duele recordar!

 

Y en la playa aquel ocaso

trajo un nuevo atardecer

y la noche paso a paso,

avanzó hasta amanecer.

 

Me quedé mirando al cielo

con deseos de gritar

y en medio del triste duelo

no hice más que preguntar:

 

¿Luz de estrella o del lucero,

pueden hacerme un favor?

¡Díganle que yo la quiero,

que ella es dueña de mi amor!

 

Con tristeza ahora admito

que al zarpar por ancho mar

en la arena quedó escrito:

¡Nunca me supiste amar!