Te extraño cada momento,
cada paso de mi vida;
yo te extraño, vida mía,
y por doquiera te veo;
en lo dulce del silencio,
en la chica que camina,
en la sonrisa de esa niña
que está contemplando el cielo;
en la excitante tersura
de esa piel hecha de seda,
en el color de la espuma
que en la playa, la ola deja:
en la luz de llena luna,
o en aquel sol que se aleja...