Que la Noche Oscura Cubra
en Tules
tu Amado Rostro...
Que la Amarilla Luna
te Sumerja Clara
en los Ríos del Tiempo...
Que la Amanecida Alba
Suspire tu Sombra...
Que el Silencio se haga Carne
y por un Instante Sagrado
Vuelvas a Mí...
Construyo y Deconstruyo
Permanente tu Rostro
y el Beso de tus Manos...
La Luz de tus Pupilas Blancas...
El Amor Desencadenado
que Vuelve en Sueños
por la Senda Única
de las Encendidas Estrellas
que Aún en Ecos te Refleja...
Recitadas Sendas Marcan
el Paso del Tiempo,
Y allí te Encuentro...
Tu Voz en Sedas
y Cadencias Lejanas,
Tardías,
y en los Ahoras
Que se Clavan en Lágrimas Gélidas
en mi Alma...
Gotas Húmedas de Rocío
Claman ese Otoño Perdido
en el Tiempo,
en donde nos Unió
el Ardiente Fuego
del Ser Uno
en Uno Mismo...
en la Pasión que Desató
Tormentas
en Aquellas Hojas Muertas...
Amor Perdido, Amor!
Enterrame junto a Vos
en tu Adorado Árbol
de este Invierno que Estremece,
en tus Raíces...
Amor, que se Vuelve Marfil
en el Humo de tus Huesos
que Yacen Ya!
en la Tierra...
En las Grises Cenizas
que te Barren
y Sacuden Mustias
en las Estaciones
que te EnvuelvenVacías...
en las Tenues Brisas Malheridas...
Me has Amado el Cuerpo,
el Alma
y la Sangre...
Te he Amado
En la Sola Libertad
de tu Abrazo
que se Vistió de Luna...
Alzo mis Brazos
al Azul Firmamento
y la Súplica de mi Voz se Torna Plegaria...
Sólo Verte una Vez,
Amor de mi Vida!...
Arrasada por los Años mi Voz
luce Límpida..
Enterrame en tu Sombra
y que las Albas y los Ocasos
limpien el Aire
en donde el Tambor de Llamas,
Griten una y otra Vez
tu Ausente
y Presente Nombre!...
(Patricia)