La renuncia aquí a faltarte
desmigaja estas palabras
a las puertas donde nadie
habrá que abra ya jamás,
hoy en parte por la rabia
en mis venas incrustada
y lo demás la pura magia
ella se encarga
de volverlo inolvidable.
Este estado me desarma
frente al caos
acosado por sustancias
que me alivian demasiado
del sopor de algunos días
que se cuelan en la sangre.
Amenazo con más ganas
por cada trago amargo
tomado en compañía
de otras sombras
que es que rondan por la vida,
anecdótico el enigma
de si fueras tú pues lo que harías
con este peso muerto
por el que cedo hasta el delirio
de quien grita sin aliento.